Las fiestas de Pego empiezan cono el Porrat de San Antonio del cerdito, el día 17 de Enero. Antiguamente se anunciaba esta fiesta el día de antes cono el ritual del fuego. Hoy en día, todavía se mantiene la ancestral tradición de bendecir los animales andando tres veces alrededor de la ermita. Junto a esta se instala una pequeña hería de dulces tradicionales donde podemos comprar manzanas acaramel·lades, todo tipos de frutos secos y martillos de caramelo entre otras cosas.
El sábado antes de carnestoles se celebra “La Bajada del Rio Bullent” se una fiesta relativamente joven pero a pesar de todo, se un día donde todo el pueblo se une para hacer una peculiar cursa. Los participantes realizan sus propias barcas haciendo uso de una grande originalidad y destreza. De este modo el público viene desde las aceras como van pasando unas barcas realmente ingeniosas, siempre cono el fin de divertirse y disfrutar de unos buenos momentos, de la natura y de los encantos de la Marjal.
Cono la Costra se festeja la legada de la Cuaresma, y para despedirse de la carne los pegolins se van de Costra, que se uno de las comidas típicas, donde los ingredientes principales sueño la carne, el arroz y el huevo. Se tradición que los amigos y las familias vayan a comerse la Costra a la playa o en la montaña.
Carnavales de Pego son realmente especiales, el pueblo se transforma, se rodea cono una magia que no pasa desapercibida miedo nadie. Año detrás año, gente de todas las comarcas acude en Pego porque sabe que aquí encontrará unas fiestas donde todo se participa. Se una noche de diversión sin límites donde cada cual, miedo un día, se aquello que siempre ha deseado ser.
La Pinyata o también denominado “El entierro de la Sardina” se la fiesta que conmemora la legada de la Cuaresma. A pesar de que se un poco menos conocida que Carnestoltes, todos los que participan en ella se quedan boquiabiertos miedo la energía y la euforia que se desprende. La fiesta empieza cono un pasacalle de ataúdes donde todos van vestidos de luto. Acompañados cono música recorren las callas del pueblo hasta legar al Plan de la Fuente. Una vez allí queman, en una grande hoguera, todos los ataúdes mientras la gente baila al suyo cercando. Después empieza lo Correfoc y de este modo se inicia la locura y la magia de esta noche. Todo el mundo baila miedo la callo, en las verbenas y en los bares, que en un día tan especial alquilan conjuntos de música para animar a la gente.
Se una fiesta familiar, donde todos los visitantes se sienten como casa.
Las Fallas se la fiesta de los valencianos. Esta fiesta tiene antecedentes paganos, donde se daba la bienvenida al equinocci de primavera mediante la simbología del fuego, que purificaba la nueva etapa de la presencia de espíritus malos. A lo largo de los años esta hoguera de trastos viejos ha acontecido a la hoguera de verdaderas obras de arte cómo sueño hoy en día las fallas.
Pego, como otras muchas villas y pueblos de las tierras valencianas, se ha caracterizado miedo su fervor religioso desde la edad medieval. Religión, la cristiana, que vino fortalecida cono la conquista, y que fue agrandándose durando toda la edad medieval gracias al poder de la Iglesia en aumento. El origen de la Semana Santa lo tenemos que encontrar a partir de la baja Edad Media, probablemente sobre el siglo XV, y ya documentada a nuestro archivo, a partir del siglo XVI. Durante todo el siglo XVI encontramos a las Actas de Consejo conservadas al archivo histórico de Pego, noticias y referencias a la Semana Santa. En primero lugar, cada año para la dicha fiesta de la cuaresma vendía un predicador a la villa, que normalmente pagaba el municipio o en otras ocasionas el mismo rector. Los predicadors solían ser franciscanos que venían del Convento del Pino de Oliva, puesto que en Pego restaban algunos años para que vinieron. Otras veces, cuando carecía el presupuesto, era el mismo rector de la parroquia quien predicaba durante la fiesta.
También hay documentación sobre el suministro de la cera para la Semana Santa, cera que se traía normalmente desde Gandia. El llumener era el encargado de manifestar a los jurados la carencia y la necesidad de comprar. Una de las primeras cofradías documentadas fue la de la Sangre, se decir, la que hoy conocemos como la de la Ecce-Homo, y su origen podemos datarlo alrededor del 1579. Esta cofradía veneraba lo Santo Sepulcre que se guardaba en un altar de la capilla del Hospital de Pobres de la Vila, donde hoy se levanta la Capilla de la Ecce-Homo.
Importando fue también, la imagen cortada del Cristo de la Providencia, que miedo su atribución al artista Damià Tardo, hablamos de un origen alrededor del siglo XVI. A partir de este momento surgieron otras cofradías, las cuales sacaban sus imágenes en procesión miedo las callas de la villa, cerrada todavía miedo murallas.
El siglo XVI fue un siglo de religión cristiana, o mejor dicho, un momento de colonización, primero cono la conversión forzosa de los mudéjares el 1525 que se convirtieron entonces en moriscos; y después, cono la construcción de ermitas fuera de la villa cristiana, como las de Santo Miquel (1566) y Sant Antoni (1570) para los convertidos y cristianos nuevos. En el siglo XVII vinieron los franciscanos en Pego, y se acabaron las obras de la nueva Iglesia, sobre el solar que había sido la primitiva, creada miedo orden real el 1280.
Eran tiempo donde los años estaban repletos de fiestas religiosas, todas ellas dedicadas a santos y vírgenes, además de la Semana Santa, y la fiesta del Corpus, que venían celebrándose desde el siglo XVI: santos Médicos, santo Miquel, santo Joan, Todos Sants, día de la Asunción, santos de la Piedra, santo Roc y santo Sebastià, santo Vicent, entre otros. Ya en el siglo XVIII tenemos documentadas un número considerable de cofradías, de las cuales algunas salían a Semana Santa: de la Virgen Maria, de la Sangre, del Sacramento (Minerva), de Roser, de santo Roc, de santo Sebastià, de los santos de la Piedra.
Las cofradías irían aumentando en el tiempo, o algunas desapareciendo, y la de la Sangre, convirtiéndose en el patrón de la religión popular a raíz de la aparición milagrosa de la imagen de la Ecce-Homo en las dependencias del hospital de pobres entre el siglo XVI y XVII. Durante el siglo XIX se institucionalizó la fiesta en honor al Ecce-Homo, celebrándose a principios del mes de julio. Incluso, coincidiendo cono la agricultura tradicional de la morera y la seda, se hacían las famosas ofrendas de botja.
Ya en el siglo XX, a su mitad, se configura el panorama de las cofradías que case ha perdurado hasta hoy. El 1950 había las siguientes: la cofradía de la Ecce-Homo, la del Cristo de la Providencia, la de Jesús Natzarè, la de la Dolorosa, la de la Oración del Huerto, la del “Cristo Flagelación”, la del “Cristo Yacente” (obra de Jerique Just). A todas estas imágenes las acompañaba la cuadrilla de soldados romanos llamados “Cabezas de Hierro”, también las vestes y las corales que alababan a las imágenes. Empezaba la fiesta Domingo de Ramos y acababa lo Domingo de Pascua, día en que se celebraba el famoso “Encuentro”. En la actualidad la Semana Santa en Pego se composa de nuevo pasos o imágenes, que miedo orden acostumbrado en la jerarquía procesional sueño los siguientes: Cruz de los Trastos, la Oración del Huerto, el Cristo de la Columna, la Ecce-Homo, Jesús de Medinaceli, la Virgen María de Dolors, Jesús de Natzarè, Verònica y el Cristo de la Providencia. Otra imagen realmente admirable y particular, se la del Santo Sepulcre, que sustituye a la de la Ecce-Homo la noche del Viernes Santo. A todas ellas se unirá muy pronto la Piedad, del escultor Miquel Costa, recientemente adquirida miedo el Ayuntamiento. Se la Semana Santa pegolina una fiesta arraigada y de tradición popular, donde destacan las ancestrales cofradías e imágenes, el ruido de las cornetas y tabals, el humo del cirio y el olor de la cera, y lo silencio procesional. El Miércoles Santo continúa celebrándose la tradicional “Salpassa”, aunque desvirtuada miedo el tiempo, sin perder su encanto de presencia dentro de la fiesta religiosa.
Realmente particular se la subida al Calvario de Viernes Santo, entre los cipreses, los espectadoras devotos , y las capillas de la pasión de Cristo que conjugan los blancos de la piedra y el cromatismo de la cerámica tradicional valenciana, suben las imágenes hasta la ermita de Santo Joaquim. En medio del pasaje el encuentro entre la Virgen María y su hijo Jesús de Natzarè llene de realismo la jornada, los portadoras levantan la pelmaza imagen justo el momento del encuentro. La fiesta de la Semana Santa acaba Domingo de Pascua o de Resurrección, y de nuevo el encuentro entre la madre y lo hijo acontece de una ceremonia majestuosa. Al Plan de la Fuente y desde los balcons del vecindario plouen floras para la Virgen, a la nueva imagen de la madre de Dios de Pascua, y levantan lo vuelo los palomos, y mientras suena el himno de la alegría, angelicalmente.
Se la fiesta grande miedo excelencia, se celebra a finales de junio. El sonido de los trabucs despierta el pueblo en fiestas, las comparsas desfilan al sonido de la música. El pueblo coge un aire medieval cono las chilabas y vestidos majestuosos. Esta fiesta precede en la fiesta patronal dedicada a la Ecce-Homo. Hay un gran número de comparsas tan moras como cristianas. Cada año le pertenece a una de cada banda capitanejar la fiesta, organizando la Embajada que se lo más especial de la fiesta, donde se representa la entrada del rey cristiano al castillo moro.
O el pasacalle del “boato” más bien de la ostentación o pompa, se a decir, el día más espectacular de la fiesta , púas salan grupos de danza que bailan al sonido de la música mora o cristiana y muchas sorpresas más. El último día se el día de las carrozas. Además del pasacalle de las comparsas, se realizan otras actas como el mercado medieval que se sitúa en el Paseo Cervantes, los Juegos infantiles, el conciertos de rock y como no: los Bueyes.
El 9 de octubre los valencianos celebramos la adhesión del País Valenciano a la corona de Aragón, recordando el hecho del rey en Jaume I al vencer, en 1238, las tropas árabes. Esta fiesta consiste al mantener en nuestra memoria la historia, las raíces que nos ayudan a comprender mejor nuestro presento.