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Museo Etnológico

En mayo de 1991 Josep A. Gisbert, director de la Escuela-Taller Castell de Dénia, propuso en el Ayuntamiento de Pego, la creación de un Museo de Etnología. El llamado Modul Marina Alta de la Escuela-Taller tiene entre sus objetivos, colaborar en la ampliación de la infraestructura cultural de la comarca así como la investigación y control del patrimonio etnológico.

La sociedad pegolina estaba sensibilizada por varios acontecimientos. En 1989 el biólogo Andreu Sendra realiza una gran exposición sobre la marjal mostrando su riqueza tanto en fauna como en flora y el cultivo tradicional del arroz y la molineria con sus útiles tradicionales. El gran éxito de la muestra motiva en el pueblo sobre este patrimonio que conviene impulsar.

A 1990 se publica el libro de Fernando Sendra Bañuls “El cultivo de l´arroz en Pego” , en él se analiza el ciclo del cultivo del arroz recopilando importante documentación gráfica así como el vocabulario específico en muchos casos olvidado. La presentación de este libro se convierte en un acontecimiento social.

En medio de este ambiente, al qué hay que añadir, la reciente conclusión de las obras en el inmueble del que será la Casa de la Cultura, se firma el convenio con la Escuela-Taller Castell de Dénia que dará forma y contenido al que es hoy el Museo Etnológic de Pego.

Contenidos

El Museo de Etnología recoge principalmente el cultivo del arroz y su comercialización. En segundo término se contemplan los oficios tradicionales y la naranja. A finales del siglo XVIII crece en la población el interés para producir el cultivo del arroz a la marjal, una zona pantanosa apreciada ya en época musulmana.

Este cultivo se convierte en genuino de la zona y ejerce gran influencia sobre toda la sociedad, tanto en la economía, artesanía, gastronomía, folclore, etc…

Un recorrido por las salas del Museo nos muestran de forma pedagógica dos grandes secciones. El cultivo y la molineria con su posterior comercialización.

Los textos se ven ampliados con dos protagonistas originales: Las herramientas que son donaciones de familias vinculadas con este cultivo, y las fotografías realizadas por fotógrafos profesionales con estudio fotográfica a la ciudad que salían al campo para realizar reportajes que venían a los interesats. Con el tiempo han pasado a ser un documento gráfico de gran importancia histórica.

Encontramos al entrar al Museo los paneles explicativos de la introducción del cultivo del arroz a las tierras del Mediterráneo. Sigue la preparación de la tierra donde se exhiben diferentes aladres y una completa colección de tabla de cuchillos a destacar también la curiosa segadora de séquies. Seguidamente se analizan la siembra plantada que se realizaba siempre con los campos inundados, por lo cual se tenia que hacer el plantel en tierras preparadas al efecto.

El plantel se arrancaba por la noche y se plantaba al salir el solo. La distribución de los grupos de hòmes por el campo y la forma de vestir con las imprescindibles garramanxes para evitar los mozos de las temibles sanguijuelas. Todo queda reflejado con el encanto que dan los testigos originales.

Una de las piezas importantes es la barca, imprescindible para el transporte de las garbes de arroz de los campos de interior hacia los caminos.

Seguimos con el vareo y destacamos la era con todos los elementos que intervienen en esta importante labor. De gran interés la colección de rulos.

El recorrido por el Museo acaba introduciéndonos en el mundo del molino y la posterior comercialización. Las marcas comerciales destacan la variedad Bombea que en Pego tenía especiales características.

La visita al Museo finaliza con la visualización de un vídeo que resume toda esta importante actividad.